Aute – per Juan Miguel Morales
04/05/2020
AUTE
Se ha dicho de todo en estos días sobre nuestro querido y admirado Luis Eduardo Aute…. Que es –me niego a usar el pasado- uno de nuestros cantautores más imprescindibles, que es un hombre “del renacimiento”, capaz de expresarse en diferentes campos del arte –poesía, canción, pintura, cine…- y hacerlo de manera excelsa, brillante, que sabe moverse entre conceptos contradictorios y hacernos ver que no lo son tanto, que su mirada juguetona, casi siempre, sabe también ser crítica y certera, que es un hombre con unos valores humanos tan altos como su arte, que es mucho decir…
Y todo eso es verdad.
Yo, seré sincero, quisiera no estar escribiendo estas líneas en estos momentos. Quisiera simplemente estar preparando junto a Pere (Camps) y Joan (Isaac) un nuevo proyecto para el BarnaSants donde contaríamos con la presencia, una vez más, del admirado, del maestro, del amigo Luis Eduardo Aute…
Pero aquí estoy, ante una solicitud de mi querida Laura.
Así que os explico…
Aute has estado ligado a mi vida desde muy pronto. Mi hermana, Marié, trajo a casa, durante la segunda mitad de la década de los 70 del siglo XX, el disco Espuma y desde entonces caí hechizado, preso, de la poesía y la plástica de aquel trovador…
Mi relación con Aute es por lo tanto larga, como admirador de su obra y también en lo personal, desde que en 1996 fui a su casa, en Madrid, para hacerle unos retratos para un libro que me editaría en el 2000 el Centro Andaluz de la Fotografía, Retratos de Cantantes sería el título, y en el que él me escribiría un precioso prólogo, junto con Javier Ruibal y Marina Rossell, que también aportaron, por su lado, unas palabras.
Un momento muy especial e inolvidable ligado a su obra y su persona fue cuando Pere decidió, para la clausura del BarnaSants 2008, organizar una lujosa –por lo que de especial y ambiciosa tuvo- celebración en torno al Aute cantautor, el Aute pintor, el Aute poeta y el Aute cineasta en la Habana (Cuba).
Aquellos fueron unos días mágicos, llenos de amigos, arte y belleza en torno al gran hermano/artista Aute.
Sería injusto nombrar algunos de los muchos amigos que participaron en esa gran fiesta y dejarnos sin citar tantos otros, porque fuimos una gran familia de periodistas, artistas, activistas culturales y admiradores y admiradoras las que pudimos disfrutar de unas jornadas impresionantes que pasaron por una brutal exposición retrospectiva de la obra pictórica de Aute en el Museo Nacional de Bellas Artes (Transfiguraciones 1951-2005) o por un gran concierto en el Karl Marx titulado La Trova le canta a Eduardo donde participaron Silvio Rodríguez, Vicente Feliú, Santiago Feliú, Liuba María Hevia, Karel García, Amaury Pérez, Aurora Feliú, Pepe Ordaz, Carlos Varela y el propio Luis Eduardo. No sé si me dejo algún nombre…
Para la creación del gran mural que adornaba el escenario del Karl Marx, con una espectacular obra creada por Aute, Rancaño y Kacho conjuntamente, pasamos un par de días en una casa de Varadero, compartiendo tantas cosas mientras que los artistas iban creando…
Entre las muchas actividades que se realizaron, Pere quiso que hubiera una exposición fotográfica mía en el lobby del teatro Amadeo Roldán, en pleno Vedado. La exposición constaba de 12 retratos de trovadores cubanos más uno de Aute y se llamó 12+1. Para la inauguración cantó Vicente Feliú y Pepe Ordaz ante la mirada de Aute, Pere, Maite de Agorreta y tantos y tantas amigas….
BarnaSants (Pere) quiso que también estuviera presente en los actos la “trova catalana”, y para la ocasión viajaron a la Habana Roger Mas, Óscar Briz y Jordi Gasion (El fill del mestre). Me consta que para ellos fue también un viaje casi iniciático. Muy especial. Vivieron experiencias fuertes e interesantes y yo tuve el privilegio de estar muy cerca de ellos. Mi obsesión era que se acercaran a los jóvenes trovadores cubanos y conseguí una deliciosa noche de “descargas” en la casa del trovador Inti Santana, donde participaron los catalanes y muchos otros jóvenes trovadores cubanos.
Los periodistas Jordi Bianciotto, Josep Maria Hernández Ripoll “Txuski” o Pere Pons fueron testigos.
Me impresionó la gran sensibilidad de Aute, tan feliz y pleno aquellos días, tan consciente de los demás, interesado en que todo el mundo estuviera bien y tan agradecido por todo.
Aute le insistió a Pere para tener un encuentro privado con los cantautores catalanes para agradecerles en persona su participación y para intercambiar obra. Un señor. Más, un ser HUMANO.
Nunca acabaré de agradecerle a Pere haber hecho posible aquel sueño tan imposible.
En el 2009 tuve la oportunidad de participar también en el disco Auteclassic de Joan Isaac, donde el cantautor catalán repasaba la obra del filipino (nació en Manila) traduciendo al catalán, con la colaboración de Miquel Pujadó en varios casos, algunos de sus temas más emblemáticos y otros más desconocidos. Joan y yo viajamos en un par de ocasiones a Madrid para hacer unas fotos para el disco en el estudio del artista homenajeado.
Inolvidable aquella comida en la terraza de aquel restaurante en el Parque de la Quinta de la Fuente del Berrio, después de tomar unas fotos por allá… ¿Verdad Joan?
Después, más vivencias. Discos nuevos maravillosos, lúcidos, reveladores… Poesías, dibujos, películas, proyectos y proyectos, vida…
Creo que la última vez que le vi fue el 04 de mayo de 2016, en Madrid, en Vallecas, participando en un multitudinario concierto gratuito de Silvio Rodríguez en el que, además de Aute, participaron Luis Pastor e Ismael Serrano. Hablé con él antes del concierto y le vi bien. Muy bien, de hecho.
Medio mes antes, el 14 de abril, BarnaSants clausuró el festival de aquel año, la edición número 21, con un concierto de Joan Isaac, en el Teatre Joventut de L’Hospitalet de Llobregat, donde participaron Joan Manuel Serrat, Maria del Mar Bonet, Enric Hernàez, Sílvia Comes, Luis Pastor, Roger Mas y Luis Eduardo Aute.
Aquel mismo día, antes de empezar el concierto, Pere entregó a Luis Eduardo Aute el premio BarnaSants a la trayectoria.
Te quisimos y te querremos.
Gracias, Aute.
Juan Miguel Morales
Fotógrafo
NOTA: Totes les fotos d’aquest article són autoria de Juan Miguel Morales